lunes, 27 de septiembre de 2010

Tenia vagos recuerdos de lo ocurrido, pero me negaba a aceptarlos, ya que durante mi injustificada locura, acepte participar en un rally navideño, no sabia con exactitud de que se trataba este juego, pero yo participaría y mi competencia seria Alberto, como si no fuera un hecho horrible, eso de participar en concursos degradantes, por que seguramente lo seria....

Dos personas de cada grupo participarían uniéndose a equipos contrarios, jugarían diversas actividades y el ganador, tendría entradas gratis a el baile de fin de año.

-Hope, ¿quieres que te acompañe a tu casa?- me proponía Alberto, pero en realidad, deseaba caminar sola por el nevado parque.

-No, gracias, me tengo que ir, adiós- me despedí, tome mis cosas y me encamine hacia mi hogar, las botas se me hundían en la nieve y cada paso era mas pesado que el otro, pero el frío era agradable, sentir mi cuerpo cubierto por ropa era tan acogedor, el café caliente me llamaba a gritos, aunque seguramente ya era demasiada cafeína por un día, realmente tenia que dormir, pero, aun era muy temprano, tenia toda la tarde para prepararme para el rally de mañana, yo tenia pies rápidos, pero seguramente Alberto seria mas rápido que yo, en realidad mi equipo constaba de solo mujeres y el suyo de hombres, tal ves, solo, tal vez, tendríamos suerte y ganaríamos, nunca había ido a un baile y tampoco es que me entusiasmara mucho pero quería ir, además el baile de navidad, seria en navidad, un 25 de diciembre y lo peor de todo es que ese día que la mayoría de las personas amaba y esperaba todo el año, ese día hace ya próximamente 17 años, nací, en algún lugar de el viejo continente, técnicamente nadie nunca recordaba mi cumpleaños, a excepción de Alina y últimamente su novio Dylan, estaba segura que este año me regalarían una motocicleta, algo, muy dentro de mi me lo decía, solo faltaban 3 días para navidad, el baile y mi cumpleaños, sabia que Alina no dejaría pasar esa fecha como si nada pasara, y sabia esto, gracias a mi indiscreta amiga Celeste, podía recordar como la semana pasada en una platica corriente, menciono que después del baile, todos estaríamos juntos y comiendo pastel, no es que yo fuera una egomaniaca, y que pensara que todo se enfoca a mi, pero ese día seria mi cumpleaños, demasiadas pistas unían estos eventos.

Estaba tan concentrada en mis pensamientos que deje mi casa atrás por 1 cuadra y media, me di la vuelta y me apresure a llegar a ella, abrí la puerta y el olor a chocolate caliente me guío hasta la cocina, Alina estaba frente a el horno, sacando algo que parecía spaghetti boloñés, mi estomago rugió, exigiendo lo que fuera que oliera de esa manera, Al rió al escucharme.

-Tengo hambre- exclame, con voz realmente desesperada

-Lo se, pero tendrás que esperar unos minutos mas, Dylan vendrá a comer- me informo mi hermana.

Tome una silla y me senté a esperar, el timbre sonó, tome impulso y brinque de la silla en dirección a la puerta, la abrí de golpe, y un ramo de rosas estuvo frente a mi rostro en un parpadeo.

-Opss!! creo que no me esperabas a mi- murmure mientras lo tomaba de el brazo, para llevarlo a la cocina en el mayor silencio posible.

-Estas demente, Hope- me critico, con una reluciente sonrisa en su rostro

Se acerco a Al, la tomo por la cintura y puso el ramo justo en frente a mi feliz hermana, Dylan la beso dulcemente, Al carraspeo la garganta, vi como el ponía los ojos en blanco.

-Muy bien, a comer- ordeno Alina

La comida fue sumamente divertida y duro mas de lo normal, los juegos de mesa se apoderaron de nuestros cerebros y mas aun del de mi cuñadito, cuando nos dimos cuenta ya era media noche, Dylan tomo las llaves de su motocicleta y se fue a su casa, ayude a Alina a limpiar la cocina, y me fui a dormir.

El tono de mi celular me despertó, el reloj digital marcaba las 3 am en punto, tome el celular de mi buró, un mensaje de texto, lo abri,

Si yo fuera tu, tendría miedo, vas a caer, GREEN.

Alberto

Pero si menudo tramposo, ahora todo el sueño que había tenido hace unos momentos había desaparecido, me levante de la cama, no tenia sentido seguir ahí si no iba a dormir, tome mi ropa para el baño, abrí los grifos y deje que la tina se llenara de agua caliente, mi piel se puso de gallina al sentir la desnudes de mi cuerpo, pero el agua calmo el frío, en verdad necesitaba relajarme, al terminar de bañarme aun era muy temprano, tome unos vaqueros de mezclilla, una blusa de cuello alto, mis tenis rojos, y un chaleco que era muy calientito, solo hoy por ser el día del rally se nos permitía usar ropa casual, eran las 5:34 am y yo estaba totalmente lista para la escuela, amarre mi cabello en una coleta, los pequeños y pocos rizos que tenia mi cabello, encontraban caminos para salir a la vista, la blusa de cuello alto color blanco se camuflajeaba con mi piel, mi chaleco rojo y mis ojos contrastaban terriblemente, mi piel en esta época del año adquiría un color aun mas claro, por lo tanto mi pelo negro y mis ojos verdes contrastaban como sangre en nieve.

Desayune muy ligero y deje que los minutos pasaran, una competencia me esperaba el día de hoy y yo ni si quiera había dormido bien, el tiempo pasaba como un verdugo, el mensaje de Alberto resonaba en mi cabeza “vas a caer”, la ansiedad se apodero de mi, invente mil planes para faltar a la escuela, tal vez si subía las escales y luego me lanzaba de ellas, tal vez me rompería algo, así no tendría que ir ¿verdad?, el reloj marcaba que ya era hora de irme, lave mis dientes, tome mis cosas, salí de mi casa solo con una pregunta en mi mente: ¿quién ganaría?

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