domingo, 1 de agosto de 2010

..


Cuando por fin llegue a la puerta de mi hogar pude ver que un pequeño trozo de papel salía de la ranura de la puerta, lo tome y lo leí

Hola hopy.

Te llame pero no contestaste, salí con Dylan a dar un paseo hay comida en el horno, no tardo.

oxox Alina

Vaya, par de tramposos ahora gracias a ellos, mi plan de fin de semana no era mas que una fantasía, genial, pensé, ahora si que no tenia nada que hacer bueno a excepción de limpiar mi bolso, así que eso haría, limpieza un viernes por la tarde, quería reír pero sonaría muy estupida riendo como loca en una casa vacía, vacía por que ahí solo vivíamos mi hermana y yo, no teníamos a nadie mas, ni padres ni hermanos solo a nosotras la una para la otra, en realidad no era algo que me pusiera realmente triste, yo había crecido junto a Alina en un orfanato ya que nuestros padres o murieron o nos abandonaron cosa que nunca me preocupo, después de que Alina alcanzo la mayoría de edad nada fue tan malo de eso ya hacia cerca de 4 años, salí de ese horrendo lugar a los 12 años, siempre pensaba que cuando Alina saliera ella me abandonaría pero nunca lo hizo al contrario me busco y desde ese día somos una familia, Dylan se unió como parte de ella hace 2 años ya que se hizo “novio” de mi hermana y vaya que eran inseparables se veía que se amaban mucho, aunque en realidad solo sabíamos que era de alguna parte del viejo continente, ningún otro dato de su pasado llego a nuestras sabiendas, ellos se habían conocido en su trabajo, los dos eran compañeros en un periódico poco afamado pero muy bueno, los dos eran periodistas, eran como una retorcida versión de Lana Lang y Clark Kent incluso creo que se parecían claro que Clark Kent era mil veces mas musculoso que el desgarbado Dylan. Me imagine a mi cuñadito como un superhéroe pero por supuesto que no se le acercaba ni un poquito, tome mi bolso y me dirigí a mi cuarto, todo parecía en orden, me detuve por un par de segundos en la puerta de mi habitación, la cual compartía con mi hermana ya que nuestra casa era muy pequeña, dos habitaciones, un baño, una cocina, un armario y un pequeño jardín, la segunda habitación la estaban remodelando por eso dormía con Alina cosa que no me molestaba en lo mas mínimo.

Me senté en el suelo frío, y vacíe mi bolsa, junte todas las boronitas que salieron de ella y las tire a la basura, cuando estaba sacudiendo mis libros un pequeño pero llamativo papelito que no reconocí salio de entre ellos, lo tome, tenia algunos números escritos, a mi ver era un numero telefónico, al observarlo mas detenidamente note que tenia una pequeña leyenda escrita al pie de el pequeño trozo de papel:

“Te veo en la plaza central. 5pm. Llámame si piensas cancelarme. Besos Green”

Ese maldito pretencioso, ahora entendía por que tenia esa expresión en la cara, debí de haberle roto algo pero no maldita suerte la mía, pero mira menudo idiota es como un tonto pulpo ni siquiera me di cuenta cuando puso su estupida nota entre mis cosas, pero claro que lo iba a llamar, le diría muchas cosas feas, que si pensaba cancelar, claro que pensaba cancelar, idiota, repetí esta ultima palabra al menos un trillón de veces, en verdad este chico no me caía nada bien, pero me iba a escuchar claro que si.

Tome el teléfono y marque aquel numero, contesto a la primera.

-Hola, ¿quién habla?- contesto con voz pastosa, seguro que estaba dormido, sonreí turbiamente ante la idea de haberlo despertado.

-Hola- dije con voz temblorosa, donde estaba todo aquel valor de hace un momento

-Aaaah bonita, ¿cómo estas preciosa?- dijo ahora ya mas alerta y obviamente reconociendo mi tremulosa voz.

-Eso es algo que a ti no te interesa y para que te pongas al día no pienso ir a tu estupida cita- casi estaba gritándole a el teléfono, pero vaya ahora si que me había vuelto loca.

-Tranquila bonita, ¿por qué no quieres ir?-que a caso no era evidente.

-Adiós- dije colgando el teléfono y sonriendo como resultado de mi triunfo.

El teléfono sonó el identificador marcaba su numero

No hay comentarios:

Publicar un comentario